domingo, 30 de enero de 2011

Triatlón Blanco de Reinosa 2011

Durante más de un mes la nieve había abandonado Alto Campoo, Cantabria, poniendo en peligro la celebración del histórico Triatlón Blanco de Reinosa. Ante la escasez de nieve, la organización había preparado el circuito de esquí de fondo en la parte alta de la estación, aumentando el sector ciclista 3km más hasta el Chivo, a 1800m de altitud, pero a dos días de la carrera que se disputaba el 29 de enero, llegó la esperada nevada.

La XXV edición del triatlón blanco más antiguo de nuestro país era además Campeonato de España consistiendo en 10km a pie por las calles de Reinosa, seguidos de la ascensión al Chivo superando los 28km en bicicleta y 1000m de desnivel y acabando con el esquí de fondo en Alto Campoo. La carrera femenina comenzaba a las 11:00 de la mañana con apenas 3ºC y con 40 triatletas. Quince minutos después salian los hombres con Eneko Llanos a la cabeza que tomó la delantera desde el principio y a la postre ganaría el triatlón blanco.


Eneko Llanos a la cabeza de principio a fin

Nuestro turno llegó con la carrera por relevos con 20 equipos de tres participantes, cada uno disputando un sector. La Universidad de Cantabria contaba con dos equipos formados por Steffen-Cobo-Iriondo y por Bardón-Pablo Martín-Dani Lanza tratándose de un pequeño duelo en el conjunto de la competición.


En el primer sector por Reinosa, rapidísimo en tiempos, el corredor internacional de la UC, el alemán Steffen, consiguió soltar a Bardón, mi relevista, obteniendo una renta de unos 25 segundos. Llegaba el turno de Cobo y el mío sobre la bicicleta. La primera parte del recorrido era un largo falso llano desde Reinosa hasta la base del puerto de Alto Campoo en La Lomba. En la largas rectas tenía a la vista el grupo en que se encontraba Cobo y tiré fuerte para intentar alcanzarles en solitario. Sabía que estaba gastando fuerzas que después necesitaría, pero había que ir a tope. Con viento en contra, intentando acoplarme a mi bicicleta el rumbo era fijo: directo a las montañas completamente nevadas y que aparecían tras las amenazantes nubes. Hasta allá teníamos que subir.
Perfil de la subida a Alto Campoo desde Reinosa
En La Lomba, ya cubierta por la nieve, comenzaba la verdadera ascensión. 15 km de subida ininterrumpida desde aquí, con pendientes constantes rondando el 6,5%. Cuestión de piernas y de cabeza también. En solitario, solo tenía la referencia de mi compañero Cobo un minuto delante de mí. El precioso paisaje de bosques y laderas nevadas y las vistas del valle de Campoo eran un alivio para despejar un poco la mente ante tal esfuerzo sin pausa. Comenzó a nevar. La nieve cayendo sobre la cara y cubriendo el maillot daba el toque épico a la aventura, toda una experiencia.

Sector de bicicleta, ascensión a la Fuente del Chivo

Bien abrigado no pasé frio, pero las piernas no fueron como esperaba. Les faltaba fuerza para alcanzar a Cobo pero al menos las ganas y la fe en llegar tiraban si dudar para arriba en contra de la nieve y viento que antes de llegar a Brañavieja comenzó a arreciar. Inmerso en la nevada sabía que ya faltaba poco. Descansillo en el pueblo y gente animando entre la niebla y la nieve, y a por el último tramo que se habia añadido este año. Había perdido de vista a Cobo pero tenía que perder lo menos posible. Con la base de la estación de Alto Campoo abajo sabía que no podía quedar mucho pero este último tramo se hizo eterno. Crucé la pista de Pidruecos por el famoso “valle de los caídos” y última curva. Última rampa. Rampón del 16% y Dani, a lo lejos, gritando y animando para darle el relevo. El ver los colores de la UC me dio fuerzas para superar este último rampón y completar mi sector. Le pasé el dorsal y llegó su turno. No sé ni quién ni cómo me puso un chaquetón de la UC, pero poco a poco me fui recuperando pensando que quién sería capaz de realizar el triatlón entero. No pude quedarme a ver el esquí ante la nieve y el frío y bajé a Brañavieja donde me esperaban Steffen y Bardón con el coche con 0ºC. Recuerdo que en ese tramo de bajada sentí una satisfacción brutal y animé a los que aún estaban ascendiendo. Objetivo cumplido aunque perdí más tiempo de lo esperado dejándoselo a Dani difícil ante Iriondo.


Contra la nevada llegando a Brañavieja
La carrera de Dani debió ser buenísima recortando los dos minutos perdidos en apenas 4 vueltas de las 6 que constaba el último sector a esquí. Fue una lucha fratricida donde se alternaron en cabeza ambos compañeros y el final de carrera fue impresionante. Iriondo, con su incansable afición a correr, lo arriesgó todo poniéndose por delante de Dani, pero en la última curva se cayó. Por detrás Dani tampoco pudo mantener el equilibrio y también cayó. Último sprint agónico y tras alguna confusión Dani entró por delante obteniendo el 10º puesto por relevos. Más igualado imposible. Aunque uno de los relevos entró delante, fue un gran día de compañerismo y sentimiento de equipo para todos. Gran jornada.


Último sector de esquí de fondo, duelo entre los dos UC
Gran satisfacción y yo creo que, aunque sufrí bastante y mi llegada fue agónica pensando lo habitual de “esto no lo vuelvo a hacer en la vida”, en el momento de bajada a Brañavieja calentito dentro del chaquetón, fue donde empecé a pensar en la edición del año que viene. Sé que volveré, no sé si con esquís o no, pero volveré seguro a esta épica y gran prueba en la que deporte, montaña y esfuerzo personal se convierten todo en uno.
Grimpeur!

1 comentario:

  1. Grande como siempre, que épica! No dejes de relatarnos, un abrazo Africano!

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