lunes, 11 de junio de 2012

KM VERTICAL FUENTE DÉ 2012

A pesar de ser el mismo día del esperado Triatlón de Suances, mi favorito, esta fecha llevaba mucho tiempo marcada en el calendario destinada a otra gran prueba. Otro reto más, pero este diferente, donde por primera vez combinaría mi pasión por la montaña con la competición. El Km Vertical de Fuente Dé. Una subida de prácticamente mil metros de desnivel en unos 4,9 km de distancia. Objetivo: salvar la impresionante pared del circo de Fuente Dé, desde la base inferior del teleférico hasta la superior.

Temprano, pusimos rumbo a Liébana Luis y yo desde Santander. Ambos debutábamos en una prueba así y aunque las semanas previas no es que hubiésemos entrenado mucho, el objetivo principal era llegar arriba y si era en menos de una hora mejor. Pero a medida que se acercaba la cita, las paredes parecían más altas. El reto aumentaba. Con los buenos consejos y apoyo del local Oscar Sebrango y el empuje de nuestro amigo Carlos desde Alemania, al que, sabíamos bien, que le hubiese encantado estar con nosotros este día, nos embarcamos en esta aventura. Las previsiones no eran muy buenas, pero sonando Cat Empire en el coche, aparecieron las primeras cimas de los Picos, y sin niebla. Motivación máxima.

La pared del circo de Fuente De una hora antes de la salida 

Pero al llegar a la campa de Fuente De, donde la perfecta organización nos entregó el dorsal y la gran bolsa de corredor y donde se encontraba la salida, el tiempo cambió y empezó a llover con ganas. Y enfrente las amenazantes paredes verticales del circo de Fuente Dé. ¡Por allí íbamos a subir! Durante varios minutos bajo la carpa de la organización refugiándonos de la lluvia estuvimos observando esas espectaculares paredes, y se nos pasó por la cabeza a ambos que quizá esto sí que era una locura como nos auguraba la gran mayoría de personas de nuestro entorno y prácticamente dimos por hecho que el objetivo de ascenderlo en menos de una hora sería imposible para nosotros. ¡Pero el objetivo de llegar arriba teníamos que cumplirlo!

En la salida del Km Vertical de Fuente De

Nervios a flor de piel. Dudas con la ropa y el material, y calentamiento. Milagrosamente paró de llover y unos pocos rayos de sol iluminaron la subida. Directos a la salida con esa emoción y nervios que tanto enganchan. Estar allí, entre esos 200 atletas ya era un hito para nosotros. Luego ya intentaríamos hacerlo lo mejor posible. Qué emoción. Unos minutos de tensa espera, breves explicaciones (este años subiríamos 50m de desnivel menos), y por fin el preparados, listos... yaa!!


Salida y campa de Fuente Dé. Fotos: El Diario Montañes

Primer tramo por la campa. Somos dos cientos y el pelotón tiene que estirarse. Entre tanta gente no se ven los obstáculos de la campa pero pasamos el tramo sin problemas corriendo e intentando no colocarnos muy atrás. Cogemos el sendero que se dirige hacia la Jenduda, que recorre diagonalmente el pie del circo por su parte Oeste al Este. Aún seguimos corriendo formándose grupetos entre la alrgada hilera de corredores. Yo trato de no cebarme pero a la vez mantener un ritmito bueno. Durante bastante tiempo sigo la estela de una chica con camiseta de Extremadura. Como me pasaba en mis primeros duatlones, las chicas me sirven para llevar un buen ritmo para mí, ya que siempre suelen mantenerlo. Me deja y me veo junto a Lucía Ibañez que sé que el año pasado consiguió un buen tiempo, puede ser un buen grupo. Me dejan también pero no pierdo su referencia. He empezado bien y las sensaciones son buenas, pero a medida que ganamos altura, me empiezan a quemar los gemelos. Buah! estamos casi abajo y como duele... igual no llego. Los grupillos dejan de correr a medida que sube la pendiente y empieza otro tipo de carrera, hay que encontrar un buen ritmo de zancada andando. Todavía en alguna zona hay fuerza para arrimarte al grupo de adelante con una carrerita. Primera zeta donde se bifurca el camino de la canal de la Jenduda y nosotros seguimos hacia el Este atravesando toda la pared. Pala dura y descansillo. Primera mitad, la suave, superada.

A partir de aquí terreno inexplorado para mí. Bajada y otra pala. Ya aquí los compañeros de ruta no variaban, siempre con los mismos. Realmente no recuerdo bien cuantas rampas con pequeñas bajadillas superamos, pero lo que sí recuerdo bien de este tramo es el barro que dificultaba la tracción. Ayudándome en ocasiones con las manos, agarrándome a la vegetación o rocas y mi cuerpo formando un ángulo de 90º completamente agachado. A parte de los gemelos que aguantan, ahora duelen los lumbares. De cuadriceps voy bien y de ganas y disfrute al cien por cien. Qué bonito estaba siendo. Fuente Dé allí abajo a lo lejos, y nos internamos en unas canales.

Giro a la izquierda y tramos durísimos. En uno de los pequeños "descansillos" que echo a trotar, pierdo el pie izquierdo hacia la ladera y caigo con toda la pierna derecha al suelo que me sujeta y me levanta como un resorte. Primeras heridas de guerra. Sigo más o menos con los mismos compañeros que me indican más o menos lo que nos espera. También me comenta el compañero que lleva bastante tiempo siguiendo mi ritmo detrás que el año pasado lo había hecho en cincuenta y tantos minutos, y que este año iba mejor. El objetivo de bajar de la hora estaba ahí y además las sensaciones estaban siendo buenísimas sintiéndome entero entre los jadeos.

Último tramo de Luis

Última mega pala de piedras y barro bajo la estación superior del teleférico que da una moral increíble verla. Estamos casi arriba ya, pero la pala parece infinita desde abajo. Cabeza al suelo, y modo cuerpo escuadra apoyándome en las rodillas y todo lo que sirve de agarre. A gatas casi debido a la pendiente, pero a buen ritmo. Me pasan los que llevaba detrás. Debe quedar poco porque la gente aprieta. Giro a la derecha y rampón de piedras sin camino alguno. Cuerda para ayudarse aunque yo prefiero subir gateando a modo de trepada y lo hago rápido. "Ya está! estáis arriba" nos grita la gente de la organización, que había estado repartida por todo el recorrido y en los pasos difíciles. Esta vez suena a que es verdad. Gente animando a ambos lados, aplausos y sonrisa de oreja a oreja. Lo había conseguido... ¡lo había conseguido! y en un gran tiempo de 54' 44'' había llegado a la meta. Objetivo más que cumplido.  

Llegada de Luis. Objetivo cumplido!

Luis llegó un poco después que yo habiendo realizado una espectacular subida en menos de una hora también y la satisfacción de ambos es inmensa. Nos pusimos la ropa que la organización nos había subido y momento fotos. Fotos hacia las cimas altas del Macizo Central, fotos hacia abajo de dónde veníamos. Increíble.  Bizcochos y al teleférico para volver abajo. Durante toda la espera no paramos de comentar la aventura, describiendo cada tramo, cada sensación, cada momento de este reto, y ya desde el mismo instante de cruzar la meta había empezado a pensar en la siguiente, que seguro que compartiremos con Carlos. Qué pedazo experiencia y qué ambientazo. Organización de diez y una satisfacción de veras que infinita.

Luis y Pablo con el reto del Vertical conseguido



El dorsal, con el nombre de Sarobe, en homenaje a mi abuelo montañero, ya está pegado en la pared de mi cuarto, junto a los dorsales de mis grandes carreras, un sitio bien que merecido, porque esta ha sido sin duda una de las más bonitas, originales y espectaculares en las que he participado, y sobre todo en un enclave de Cantabria y Los Picos de Europa inigualable. Reto conseguido, ¿cuál será el próximo?


Grimpeur!

2 comentarios:

  1. preciosa cronica, me he emocionado imaginandome corriendo con vosotros!!enhorabuena porque sois unos campeones, y no dudeis que en la proxima correremos juntos, no veais que ganas tengo!!

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  2. Nos vas a machacar macho jeje, es tu terreno 100%! te tuvimos presente toodo el dia!! un abrazo fratello!!

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